La calabaza pertenece al género de las cucurbitáceas, tiene forma redonda, tiene una piel de tacto suave y su superficie es ligeramente acanalada, los colores van desde el amarillo intenso hasta una fuerte coloración naranja, esta superficie que es muy gruesa, protege la semilla y la pulpa. El peso de la calabaza común ronda entre los 3 y 8 Kg. aunque existen variedades que llegan a pesar más de 30 Kg.

Su color se deriva de los pigmentos relacionados con los nutrientes que las compones, estos son la luteína, alfa y beta caroteno.

El origen de la calabaza se encuentra en el área de de América del norte, al igual que muchas cucurbitáceas, las semillas más antiguas halladas datan de entre el 7000 y el 5500 antes de Cristo en México.

Las calabazas se cultivan en todo el mundo y para todo tipo de propósitos, desde crear piensos para animales o consumo humano hasta usarla como ornamento.

El único continente donde no se pueden cultivar las calabazas es la Antártida, los productores principales son los Estados Unidos, Canadá Méjico, India y China.

Como hemos comentado anteriormente al tener grande cantidades de ‘beta caroteno’ favorece la producción de Vitamina A en el cuerpo humano.

El uso culinario de la calabaza es muy variado ya que se aprovechan las semillas, la pulpa y la cascara, en España son comunes las cremas de calabazas acompañadas con diferentes ingredientes.

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